En pleno apogeo del Imperio Romano, el pueblo judío era un auténtico polvorin. Aparece la figura de un fuerte hombrre llamado Ben-Hur; con doloroso pasado a sus espaldas, el deseo de venganza y la fuerza de su juventud. Será el héroe por excelencia, seductor y seducido, que nos hará sentir el ardor de la lucha y la paz del perdón.