CHARLES THE POET (CARLOS AARÓN FREYTAS PALOMO)
Un muchacho de unos veinticuatro años, joven, moreno, con los ojos verdes, las manos callosas y el pelo enredado en miles de tirabuzones, se levanta del suelo en el que se halla tendido y una voz se escucha en un altavoz escondido en la habitación blanca de paredes anchas en las que se encuentra encerrado: «Dirígete a la mesa que hay delante de ti y lee la nota, por favor». El chico hace caso de la orden, se acerca a la mesa de plástico de patas alargadas y parte de arriba redondeada y se dispone a leer lo que hay escrito en un papel encima de esta: «Querido Teide, no sé cómo decirte esto, pero te he capturado, no puedes salir de la habitación y, aunque grites, nadie va a oírte. Mi intención es matarte, pero si averiguas quién soy, puede que te perdone la vida. Alguien a quien conoces».