La novela se inicia en 1957, en la escuela donde van a clase dos amigos, Joseba y David, el hijo del acordeonista. Dos amigos cuyas historias, rescatadas de sus propios infiernos, sirven para abordar de forma valiente el tema de la memoria, de la nostalgia, de la amistad y la fraternidad, de la melancolía, y también de la tristeza del que deja su tierra.