Es Juan Luis uno de los escasos ejemplos de "pintor" en esencia, como hombre que desarrolla, despreocupado, sus innatas condiciones plásticas. Sus diferentes etapas estilísticas son consecuencia directa de su temperamento receptivo, que le lleva a asumir múltiples influencias que van desde los primitivos y renacentistas a buena parte de la pintura contemporánea, pasando por el "novecentismo", estilo del que ha sido uno de sus cultivadores más representativos.