Oriol Lahoz, un detective profesional, ha contratado a Flanagan, un adolescente que es, al mismo tiempo, investigador privado y que ha resuelto varios casos anteriores. Como ayudante ya debe resolver un caso importante que se ha vuelto más que complejo puesto que él mismo es sospechoso de un crimen. Una noche es asesinado el párroco del barrio, un anciano bondadoso e inofensivo, cuyo trabajo había significado el respeto y aprecio de toda la comunidad, por lo que resulta inconcebible que alguien pudiera tener algo contra él. Y mucho menos Oriol Lahoz, culpable a los ojos de todos. Las circunstancias obligan a Flanagan a investigar y, a poco de iniciar la pesquisa, se ve implicado en una historia de chantaje colegial y en otro asunto mucho más peligroso.