Al concluir el monzón, Sari se embarca en La Preciosa en busca de su amigo y maestro Simbad el Marino. El viejo piloto se marchó un día sin avisar, dejando atrás nueve misteriosos baúles y muchas horas de enseñanzas y conversaciones con el muchacho. En su travesía rumbo a lo desconocido, Sari llegará hasta el Extremo del Mar, donde quizá encuentre esas islas que solo conocen aquellos que las sueñan.
Una novela para los que tienen inocencia y entusiasmo en la mirada, con la belleza como emblema y anhelo, y en la que las palabras suenan con la armonía de un remo que chapotea en la superficie del agua.