Josie Moraine, la protagonista de esta historia, sueña con un mundo muy distinto al que la rodea. Inmersa en los bulliciosos bajos fondos del Nueva Orleans de la década de 1950, ansía escapar y labrarse un futuro mejor. Vive en un entorno muy particular, entre el burdel en el que trabaja su madre y la librería donde trabaja ella y en cuya trastienda duerme, en el colorista Barrio Francés. Josie encuentra en los libros el refugio donde albergar sus sueños, y la lectura se convierte para ella en la puerta a un mundo diferente. Además, los personajes tan variopintos que la acompañan, como Willie, la resuelta dueña del burdel, dura pero con un corazón de oro, Cokie, el jovial chofer mulato, o Patrick, su mejor amigo e hijo del propietario de la librería, hacen de esta novela una historia que, ante todo, infunde optimismo e ilusión por la vida.