SÁENZ DE TEJADA URRUZOLA, JUAN
Me gustaría llegar a ser solamente un traductor del idioma del mundo. Nuestras películas intentan ser versiones o traducciones o interpretaciones de las películas que hacen el mundo o los sueños todo el tiempo. El cine ya vivía en los sueños de cada hombre mucho antes de que se inventara la cámara. Los sueños son siempre para el cine.
Yo sólo trato de devolverle al mundo el control sobre sí mismo; no devolvérselo, porque nunca lo perdió, pero normalmente no queremos o no sabemos ver que él tiene el control sobre sí mismo, así que yo trato de hacer visible el control del mundo sobre sí mismo haciendo visible el control de la película sobre sí misma. Cuando los actores se ven frente al mundo tal y como es, con su poder y su belleza y su crueldad, cuando se posan en el mundo y sienten la dirección que el mundo o la película tienen por sí mismos, con independencia de que ellos existan o no existan, renacen el asombro y la inocencia, la vida, pues, entonces la película se muestra, se crea, y nosotros la recogemos.