Esta novela es casi una fábula diseñada para alternar las sonrisas con los suspiros. Dos son sus ingredientes de seducción: la empatía que generan las historias con discapacitados entrañables- modelo Forrest Gump -y el encanto de las protagonizadas por lectores imprevisibles .El ratón de Firmin, la portera de La elegancia del erizo.... El cuadriculado universo de German, cuarentón obeso y de limitadas luces, comienza a expandirse sin freno cuando conoce en un parque a Margueritte, una anciana distinguida que es una biblioteca andante.