Ramón, un niño de ciudad, marcha al pueblo de sus abuelos para pasar las vacaciones de verano. En un principio, el niño se muestra reticente a ir, ya que cree que se va a aburrir. Sin embargo, allí le espera su tío Paco -de su misma edad- y la pandilla de este. Con ellos, Ramón se embarca en multitud de peripecias: toreará a una vaca lechera, buscará gamusinos, conocerá la furia de las gallinas, aprenderá a vivir sin televisión... También conoce más en profundidad a su abuelo, que se descubre como un hombre sensible y con aficiones musicales secretas, ya que es un aprendiz de clarinetista. Su abuela le sorprende igualmente, ya que Ramón -y toda la familia- comprueban sus dotes como piloto de motocicleta. Al final, Ramón vuelve a la ciudad con pena de dejar el pueblo, y en el tren coincide de nuevo con una niña con la que había jugado en el viaje de ida, y que también va a su mismo colegio.