Un joven espera en el parque un último encuentro. Huérfano de madre desde los doce años, su mente bucea durante la espera por sus recuerdos buscando componer y recomponer su realidad y a sí mismo, nadando entre emociones, sombras y heridas.
Con un ritmo y lenguaje tan cruciales como la trama, su protagonista se sumerge en un torbellino donde se arremolinan memoria, familia, duelo y locura, todos ellos a merced del tiempo, personaje también central de la novela, donde el presente de esa última tarde en el parque se entrelaza con múltiples hilos temporales que resignifican la espera.
Con una profunda prosa poética, Pablo Sánchez-Llano nos sumerge en un flujo de conciencia tan lírico como torrencial, arrastrando al lector hacia todas esas emociones soterradas a las que, igual que le ocurre al protagonista, muchas veces no podemos o no nos atrevemos a nombrar.