Poemas habitados por figuras han sido fundamentales el padre, la madre, los hermanos, los amigos, los enemigos en el trayecto literario del autor, y también por referencias a su intimidad, para celebrar el oficio de la poesía como espacio de reunión y generación de vida. Vida que mata, sí, pero vida que resurge siempre atentamente y que en este libro es presentada de forma prismática, de la periferia al centro, en una tentativa por diagnosticar la época y, mediante ella, desaparecer.